Caminando en el aire
Esta sesión de retrato en Benasque, concretamente en el corazón de los Pirineos, ha sido muy especial, era un sitio mágico, como si estuviéramos en un país de cuento, todo estaba en calma y caían los copos al igual que caen los confetis en una celebración. La naturaleza nos abrazaba por todos los lados, nos hacía empequeñecer en este lugar apartado de la civilización.
Como fotógrafo, te das cuenta que estas imágenes serán un recuerdo inolvidable, se quedarán, para la posteridad. Cualquier otro día no será igual, será parecido, pero es lo bueno que tiene uno como artista, es que tienes el poder de dejar un registro de lo que pasaba ese día.
Conozco a Claudia desde que era un bebé frágil y sonriente. La he visto crecer, hasta que de pronto me he dado cuenta que se ha convertido en una mujer. Este pequeña sesión ha sido toda una experiencia y ha dado como fruto que este año, su regalo de cumpleaños, sea un reportaje en toda regla.