Luminarias de San Bartolomé de Pinares
ESPAÑOL
En las pintorescas calles de San Bartolomé de Pinares, una pequeña localidad abulense de apenas 600 habitantes, la emoción palpita en el aire. Los vecinos se preparan con entusiasmo para una celebración única: las tradicionales y famosas "luminarias". Esta festividad, arraigada en la historia y la cultura del lugar, se distingue por la presencia protagonista del fuego, el humo y los majestuosos animales equinos.
Este año, tuve la oportunidad de sumergirme por primera vez en esta festividad singular, donde el fuego y, en particular, el humo purificador son los verdaderos protagonistas. Según la creencia local, este humo tiene el poder de ahuyentar a los malos espíritus, protegiendo así a los animales de posibles epidemias.
Las "luminarias" se despliegan como una ceremonia que fusiona lo religioso y lo popular, con más de 100 jinetes procesionando a caballo entre las hogueras que iluminan las calles del pueblo en honor a San Antón. Esta tradición, que se remonta al siglo XVIII, nació de la necesidad imperante en esa época de preservar la salud de los animales, crucial para la supervivencia de las familias, y de protegerlos de las temidas epidemias, como la peste.
Los jinetes de San Bartolomé desempeñan un papel fundamental en esta festividad. Se encargan de aparejar a los caballos, recogiendo sus crines y colas para evitar que se quemen al pasar por las hogueras, que se componen de ramos de pino, piornos o jaras recolectados por los aldeanos la víspera. A lo largo de las calles, alrededor de 20 hogueras se encienden, ofreciendo a los visitantes un espectáculo de contrastes y contraluces entre el fuego y el humo que se eleva en el aire.
El aroma a pinos impregna la atmósfera, ya que estos son los protagonistas de la purificación. Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta práctica, y grupos animalistas han expresado su preocupación por la quema de los pelos de los caballos durante su paso por las hogueras.
La culminación de la celebración llega con el rociado de los ramos encandecidos con agua, una parte esencial del ritual de purificación que añade más humo a la mezcla, impregnando todo el pueblo con su presencia purificadora. Las "luminarias" de San Bartolomé de Pinares son más que una festividad; son un símbolo arraigado en la purificación, la salud y la protección contra la enfermedad, llevando consigo siglos de historia y devoción.
ENGLISH
In the picturesque streets of San Bartolomé de Pinares, a small town in Avila with barely 600 inhabitants, excitement pulses in the air. The neighbors are enthusiastically preparing for a unique celebration: the traditional and famous "luminarias." This festival, rooted in the history and culture of the place, is distinguished by the leading presence of fire, smoke and majestic equine animals.
This year, I had the opportunity to immerse myself for the first time in this unique festival, where fire and, in particular, the purifying smoke are the true protagonists. According to local belief, this smoke has the power to drive away evil spirits, thus protecting animals from possible epidemics.
The "luminaries" are displayed as a ceremony that fuses the religious and the popular, with more than 100 horsemen processioning on horseback between the bonfires that illuminate the streets of the town in honor of San Antón. This tradition, which dates back to the 18th century, was born from the need prevailing at that time to preserve the health of animals, crucial for the survival of families, and to protect them from feared epidemics, such as the plague.
The Saint Bartholomew riders play a fundamental role in this festival. They are in charge of grooming the horses, collecting their manes and tails to prevent them from burning when passing through the bonfires, which are made up of branches of pine, piornos or cistus collected by the villagers the day before. Along the streets, around 20 bonfires are lit, offering visitors a spectacle of contrasts and backlighting between the fire and the smoke rising into the air.
The aroma of pine trees permeates the atmosphere, since these are the protagonists of purification. However, not everyone agrees with this practice, and animal rights groups have expressed concern about the burning of horses' hair during their passage through the bonfires.
The culmination of the celebration comes with the sprinkling of the red-hot bouquets with water, an essential part of the purification ritual that adds more smoke to the mix, permeating the entire town with its purifying presence. The "luminaries" of San Bartolomé de Pinares are more than a festivity; They are a symbol rooted in purification, health and protection against illness, carrying with them centuries of history and devotion.
Location: Spain
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Sigma L 85mm f1.4 DGDN | Art, 50mm Summilux-M
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